Hace mucho tiempo que vengo dándole vueltas a la idea de que nos hemos anclado en la conquista de la libertad y ya no avanzamos hacia la igualdad y hacia la fraternidad, éste último el valor más importante que el hombre tiene a su alcance, al de su mano y al de su mente. Creo que todo se sostiene mejor con la fraternidad viva de por medio, con los compromisos fraternos, con el deseo de que el hermano sea tan importante o más que nosotros mismos en nuestra vida diaria. Leyendo a Leonardo Padura Fuentes, buscando después más información sobre él en internet, hallo un artículo -que publicó en El País- absolutamente suscribible y lleno de las mejores enseñanzas posibles, llamado además "Fraternidad", y del que aquí extraigo algunas líneas:
"...las más benditas horas empleadas en disfrutar de la libertad callejera, siempre rodeado por un grupo interminable de amigos de todos los colores imaginables, de todas las extracciones posibles."
"Haber nacido y crecido en fraternidad me hizo el hombre que soy... el sentido de la hermandad me ha acompañado siempre, me ha orientado siempre... siento de un modo visceral y alarmante la existencia cada vez más arrinconada de la fraternidad en el mundo de hoy y el crecimiento indetenible del egoísmo, la mezquindad, el odio y la discriminación".
Es un artículo que me emociona porque sé que está escrito por alguien que es activamente fraterno.
Enlace para leer entero el artículo aquí.
Foto: Willy Ronis