03 diciembre 2006

El éxito de Alejandro Sanz

Me llama mi amigo Luis Castillo y me dice que ponga la radio y oiga a Alejandro Sanz, entrevistado por el humorista Pablo Motos. Luis es un acérrimo defensor de que Alejandro Sanz es al siglo XXI lo que Manolo Escobar al XX, pero peor, matiza siempre (Si hasta Inma, tu mujer, me da ya la razón, Paco: por cierto, felicidades por vuestro aniversario). Esta mañana añade razones a sus argumentos. El andaluz Sanz dice cada dos por tres "esteeee", al estilo de los argentinos (nación que Luis considera su segundo país, no le entendáis mal), tantas veces que acaba por agobiar. Dice Sanz que vive en "Maiami", ese sitio que para los españoles siempre fue "Miami", cerquita de Shakira (la que mueve las caderas), del almeriense David Bisbal, y que a veces se reúnen para hacer barbacoas. Luis, que detesta a los ricos y más si al hacerse ricos se van a paraísos fiscales o simplemente a paraísos de la pela (sic), carga la voz para afirmar que esta gente que va en plan elegido le toca mucho las narices (dice otra palabra, pero yo prefiero escribir esta versión suave). A una pregunta con humor de Pablo Motos (¿Cómo se las apaña para aliviar sus flatulencias un tipo como Sanz, acompañado siempre de ocho o diez o doce personas allá donde vaya), el artista famoso responde que no se ha levantado a esa hora para contestar a tal cosa, y Luis traduce: No quiere bajarse del pedestal de mito contemporáneo, ¿te das cuenta, Paco?, se cree más que humano. Así que, a petición de una colaboradora del programa, le cambian la pregunta y Sanz sí contesta a la laudatoria interrogación: ¿Qué haces para tener tan bien el cutis, que pareces más joven? Luis me pide que apague la radio y antes de despedirse me recuerda que detesta a este cantante desde que oyó su gran éxito, aquella del corazón partío, algo que le parece cursi, bobo y un poco idiota en el mundo en que vivimos, más a él, Luis, andaluz de Granada. ¿Has oído la nueva canción?, me pregunta. Lleva estas palabras: corazón, acércate, amor. Y van muy seguidas. Luis hace un ruido gutural que no sé si es risa o queja y me dice que busque un disco de un coetáneo de Alejandro Sanz que escriba canciones para adultos.