28 diciembre 2006

Francisco Afilado: Perforaciones

Pienso a veces que es injusto que no volvamos nuestra mirada hacia los libros de los autores que empiezan. Escribimos sobre Carver, Richard Ford, Joseph Roth, Javier Marías, Muñoz Molina, todos ellos consagrados y con poca necesidad de que los publicitemos en nuestros blogs. Francisco Afilado presenta este libro de relatos, publicado recientemente por Tropismos, después de haber ganado algunos premios y con una prosa y un estilo asentados, con maneras de gran escritor, con mucho oficio. El primer relato, "Desamparo", vale como ejemplo de lo que este autor nacido en Salamanca en 1963 puede ofrecernos, y creo que no es poco. Por supuesto, en un relato de aquí y ahora, realista y con una prosa de bella factura pero absolutamente al servicio de la historia, el peso de la influencia de algunos de los autores estadounidenses arriba mencionados parece inevitable y Afilado cuenta con ese bagaje para relatarnos la historia de una muchacha que ve por segunda vez nevar el mismo día que su padre las abandona a ella y a su madre, a mitad de un viaje en autocaravana, sin avisar a su querida hija. Hay talento en la escritura de Afilado, hay dominio del ritmo y hay imágenes bellas y hondas- esa gran roca de granito negro que aparece de repente cerrando el camino y contra la que no se estrellan por poco y que es como la puerta a un pueblo abandonado - y hasta algo de poesía en la caminata por la nieve de esa muchacha en busca del padre que huye. Aquí hay un escritor, amigos, un buen escritor. Sólo le reprocharía la exactitud, la aparente perfección del relato que refleja una fidelidad a una idea demasiado ajustada, como si se tratara de literatura hecha piezas, al igual que un puzzle, algo que suelo ver en muchos relatos, como si pesara demasiado en el escritor la sensación de lo que yo llamaría "el peso exacto", la condimentación exacta de elementos, palabras, párrafos, imágenes, desarrollo de la trama, concreción, que son las reglas calladas que respetan con tanta pulcritud algunos cuentistas. Porque no siempre lo perfecto es perfecto, amigos. Porque no siempre lo perfecto es compatible con lo que es libre. Salvando esta objeción -absolutamente subjetiva y personal-, creo que aquí y ahora tenemos ya un nuevo escritor, con todas las letras, que es Francisco Afilado.