08 junio 2008

Patricia Highsmith: La casa negra


Las narraciones de Patricia Highsmith están llenas de ideas. Pocos escritores se han planteado la literatura como ella, o al menos son pocos los que han acertado, como Highsmith, con un planteamiento narrativo que encierra -y origina - tantas ideas. Ya antes he escrito que esta autora es una grande de la narrativa del siglo XX, más acá y más allá de cualquier precipitado encasillamiento. Los relatos de "La casa negra" son producto de la madurez de Patricia Highsmith y forman un libro indispensable. "Bajo la mirada de un ángel sombrío" es sencillamente excelente. En él se habla de la vejez y de los ancianos que les cuestan mucho dinero a sus familias desde el momento en que no se valen por sí mismos y han de ingresar en una residencia de pago; de la educación de algunos padres que leen la Biblia y la tienen por un elemento imprescindible en sus vidas y les imparten lecciones a sus hijos aunque la lectura de ese libro sagrado no siempre hace mejores ni a los progenitores ni a sus vástagos, algo tristemente constatable y que lleva al protagonista de la historia a quemar el Antiguo Testamento, horrorizado por su difusión de la imagen de un Dios vengador; de la amistad desengañada y del miedo a la soledad, del chantaje, del poder del dinero por encima de todo. Son veinte páginas de una narración que no es negra ni policial y que es una auténtica maravilla, un ejemplo perfecto del talento y la profundización psicológica de una escritora singular y nunca lo suficientemente bien celebrada. Una escritora comprometida, pura y valiente, que habla de problemas y preocupaciones universales y existenciales a su manera tan equívocamente transparente, siempre ágil y profunda. Pocos como Patricia Highsmith sabían tanto sobre ángeles sombríos, pocos acertaron a contarlo con tanta claridad y maestría, sin vanos golpes de efecto y sin volverles la espalda a las verdades literarias y humanas. Pocos han conseguido involucrar tanto al lector. Este relato es una muestra más.