A veces esto de los blogs es pontificar por otros medios. Rechazamos a los listos y nos creemos listos nosotros mismos y damos lecciones desde nuestro espacio bloguero. Vale. Tenemos derecho a quejarnos y a equivocarnos. Pero no me gusta abusar de los tópicos y combatirlos y volverme tópico. Hago críticas en este blog - o comentarios, meditaciones sobre libros, como más os guste - y en otro, dedicado a la novela negra. Yo he crecido leyendo a muchos novelistas, algunos poetas y ensayistas y a un buen puñado de críticos. Si algo he aprendido, se lo debo a los maestros de la ficción y a miradas lúcidas, inteligentes y dotadas del poder de iluminar como las de Rafael Conte y Luis Suñén, dos críticos por los que siempre he sentido un aprecio y un respeto máximos. Ahora leo con atención cada semana a José María Guelbenzu, magnífico crítico y aún mejor novelista. Hoy, en el suplemento Babelia, aparece una crítica de Guelbenzu que motiva esta entrada en mi blog porque me parece ejemplar: sitúa, informa, compara, ahonda, está llena de aciertos y su sencillez es un valor que no hay que olvidar. Os invito a leerla. Está aquí.
Hez. Tebeos idiotas para idiotas como usted.
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La Felguera, 2021. 280 páginas. En el Cuchitril somos fancineros y punkis.
Así que una recopilación de los fanzines gamberros editados de manera
artesana...
Hace 23 horas