05 julio 2007

Juan García Hortelano: Cuentos completos


García Hortelano es uno de mis escritores preferidos. No obtuvo el reconocimiento que sí lograron otros autores de su generación y está, como casi todos ellos, en ese medio olvido doloroso e injusto que cae sobre muchos escritores muertos durante algunos años hasta que se les rescata, se les reedita, vuelve a leérseles con pasión. Creo que los libros y sus autores duran porque hay detrás lectores apasionados, que defienden al autor y al libro con más ganas y más acierto que los críticos y los estudiosos, a veces demasiado intelectualizados. Cuando un lector apasionado se convierte en un gran escritor, pongamos por caso, y su influencia es incontestable entonces sus opiniones y la defensa de escritores del pasado adquieren peso y significado y ayudan a devolver a la actualidad y a tomar el camino de la inmortalidad a algunos autores, como García Hortelano, medio olvidados. No tengo yo la importancia ni la influencia, pero quiero aportar mi granito de arena para que no olvidemos a García Hortelano porque novelas como "Tormenta de verano" y "Nuevas amistades" siguen vivas, nos hablan de los seres humanos con gran acierto y plenitud, son una fuente en la que beber cuando se quiere hacer literatura crítica, esa que mira la realidad de su tiempo con ojos abiertos y comprometidos. Los cuentos de García Hortelano también son muy interesantes, necesarios para saber de una época y de un país, para ver lo que llaman la intrahistoria, para saber de lo que se vivía y latía en las casas de la gente que vio nacer una guerra, que tenía braseros, que pasaba mucho frío, que se enamoraba y miraba al prójimo como un hermano desconocido pero muy cercano, identificable y absolutamente necesario para la convivencia. Eran otros tiempos y García Hortelano los cuenta sin exagerarlos, sin disfrazarlos, con unas voces narradoras que nos permiten ver, sentir y presenciar como si estuviéramos en primera fila, acaso como si fuéramos uno de esos niños de sus relatos llenos de la alegría de vivir y del desasosiego de no saber hacia dónde nos llevará la vida. "Daba lástima imaginar que la nieve se derretiría y que acabarían aquellos días raros, con Tano en la cama, aquel miedo soportable y excitante de las tinieblas blancas, de la soledad, del frío." Qué gran escritor, amigos, qué premio es poder leerlo.