En todo hombre está la esperanza de que acaso la palabra, una palabra, pueda transformar la sustancia de una cosa. Y en el escritor está la de creerlo con asiduidad y firmeza. Está en nuestro oficio, en nuestra misión. Es fe en una magia: que un adjetivo pueda llegar donde no llega, buscando la verdad, la razón; o que un adverbio pueda recuperar el secreto que ha escapado a toda pesquisa.
(Palabras de Elio Vittorini, extraídas del libro "La novela italiana de la posguerra", de Giorgio Pullini)