He dejado para otra entrada hablar del segundo tema que quería abordar. Ana María Matute padeció "una depresión brutal, espantosa, cuando más feliz era; vivía con el hombre al que he querido más en mi vida, con mi hijo, al que adoro, no podía irme mejor en el trabajo y en cambio caí en un pozo." Vengo diciendo, con pena y sin ganas de acertar, que el siglo XXI será el de la depresión. Y afecta este mal por igual a todos, sin distinción, como podéis ver. Ana María se encerró en sí misma y dejó de escribir, llegó a aborrecer el mundo literario, y no le quedó más remedio que ponerse en tratamiento. Logró superarlo, tras tres años, pero "no pude volver a escribir. Me quedó una especie de odio hacia mí misma, una indiferencia total por todo lo que no fuera mi marido y mi hijo. Yo, que era una mujer tan apasionada por los problemas del mundo y de la gente, me había vuelto insensible a todo. " Ella lo contó en un programa de televisión, dirigido por la doctora Ochoa, y que se llamaba Al límite, lo cual demuestra su grandeza también como ser humano al hablar de un asunto tan doloroso en un medio público, lo cual lo convertía en algo útil, algo con lo que mucha gente podía identificarse y después empezar a dar los primeros pasos para salir del pozo.
Hez. Tebeos idiotas para idiotas como usted.
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La Felguera, 2021. 280 páginas. En el Cuchitril somos fancineros y punkis.
Así que una recopilación de los fanzines gamberros editados de manera
artesana...
Hace 5 horas