Paro y escribo porque quiero hacerlo mientras oigo llover. He dejado el dvd en pausa, sin haber acabado aún de ver la película. Pero es porque necesito hacer una pausa, sonreír recordando alguna escena, disfrutar de la felicidad que instala en mi ánimo Nanni Moretti. Que alguien sepa reírse de sí mismo de la manera en que lo hace este italiano me llena de alegría, de ganas de vivir. La película la protagoniza Nanni Moretti haciendo de Nanni Moretti, nos cuenta sus deseos de rodar un musical protagonizado por un cocinero trotskista que es feliz bailando. Pero nunca acaba de abordar el proyecto con continuidad porque le preocupa la política, el curso que la vida italiana va tomando con un personaje como Berlusconi al frente de la nave. Cuando nace su hijo, Nanni aún se vuelve más niño, visita lugares de su infancia subido en su moto - escenas que remiten a Caro Diario- , y yo, como espectador, siento que este tipo feliz, dotado del mejor humor, hace algo que admiro y me gustaría copiar en este blog, por ejemplo, pero sé que es muy difícil hablar de la vida tocando la vida, es casi imposible vivir y escribir a la vez, y lo lamento. Así que para consolarme vuelvo a mi salón y le doy al play. Sigo viendo esta gratificante película.
Kafka: la verdad oculta (1991). Al despertar el insecto de un sueño
agitado, se encontró sobre su cama convertido en un horrible oficinista.
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A menudo se habla de la necesidad de separar al autor de su obra. En
algunos casos, sucede lo contrario: el escritor se confunde con lo que ha
escrito...
Hace 1 hora